lunes, 27 de octubre de 2008

Relaciones sociales (1) : la lana de la oveja negra no vale para teñir

Este es uno de los grandes temas a los que todos nos enfrentamos constantemente con una gran hipocresía. De hecho, podemos decir que es casi la base misma de la hipocresía, ya que para ser hipócrita se necesita principalmente serlo de cara a alguien.

Mucho se ha escrito acerca de la dualidad invidualismo-gregarismo. Carreras enteras y vidas de pensamiento productivo o no de cientos de personas. Pero debo recordar a todos, empezando por yo mismo, me temo, que existe una escala de valores cuasi universal, a la que deberían remitirse tanto los filósofos de mentes lejanas al suelo como se remiten los artistas del consumo, los publicistas.


La pirámide de Maslow

Cuando sometemos a análisis este sencillo e indemostrable esquema de nuestra existencia no podemos evitar darnos cuenta de que en lo más alto están los que son para nosotros los más elevados valores, qué, sin embargo, sin el soporte de las más mundanas necesidades no pueden construir edificio alguno, ya que sin cimientos no se puede levantar una construcción, al menos no sin remitirnos al mítico efecto "sombrilla-viento-levante".
En cambio, en el lugar de la autorrealización podemos construir una terraza con vistas en la que realizar impresionantes fiestas para el deleite de nuestra inevitable necesidad de vivir de cara a los demás. Si además no conseguimos que se reconozca nuestro esfuerzo ni se nos conceda la intimidad y afecto personal la terraza será incluso más grande, y seremos unos grandes organizadores de eventos chorros, siempre a caballo en nuestro brillante disfraz contra el abismo del vacío.
Si damos por sentado la base de la piramidecita del billete de dolar, tumba del faraón illuminati conspiranoico, obtendremos uno de los pilares de la rica en recursos cultura occidental ya hace muchos años, casi tantos como alguien vivo puede recordar: tener que comer y donde dormir. Inmediatemente por encima tenemos el no vivir con miedo a perder inminentemente la vida o ser dañado, algo que seguramente llevan viviendo la mayor parte de las personas del opulento occidente desde el fin de la segunda guerra mundial durante una gran parte de su vida.

Debo observar que el inevitable piso de acceso al reconocimiento propio y al verdadero sentido trascendental de la vida, de existir, sólo se alcanza subiendo a través del piso social, y debo explicar que es más importante para un ser humano, tal y como es nuestra naturaleza, el pertenecer a un grupo que el ser fiel a uno mismo. Ya que como dijo el vividor "por más que fornico, siempre sigo siendo fiel a mi mismo".

Asimismo, es sano comprobar que la teoría extensa de Maslow, dejando a un lado el diagrama afortunado por su operatividad, es algo ingenua y basada en conceptos vagos como la idea de la felicidad, que la alejan de un punto de vista esencialmente práctico, para pasar a campos masturbatorios y metafísicos de la mitomanía en el estudio de superdotados sociales. Ya que para realizar la teoría se basó en un conjunto de famosos que supuso que se habían realizado y explicó por qué.


Las formas de vida que han venido apareciendo en el siglo XX, como de hormigas obreras en un hormiguero con autopistas y centros comerciales, nos hacen creer con mucha frecuencia que vivimos o podemos vivir al margen de la sociedad sólo porque podemos encerrarnos en nuestra habitación en un momento dado; o incluso la mayor parte del tiempo, si pretendemos ser antisociales. Nada más lejos de la realidad, ya que no podemos escapar de la seguridad social, ni de la sociedad de consumo, donde hasta el segmento más cutre tiene una etiqueta de algún tipo en su ropa.
Tampoco olvidemos las letras de la Soziedaz Alcoholika, cuya compleja expresividad sin par, llena de matices léxicos, nos traslada de lleno a la trascendencia a través de la sustancia, cosa que es aplicable también, por otra parte, a la mayor parte de los éxitos de la radiofórmula; o incluso, al uso social del alcohol como catalizador de las relaciones sociales triviales.

Éxito social, o cómo los monos de 2001 Una odisea en el espacio mataron al tigre asesino de monos entre todos y luego se lo comieron en una fieshta con alfombra roja.

Está claro que el éxito de la humanidad es a la vez el éxito de la organización social a alto nivel en grandes primates. Los que aprendieron a crear herramientas para matar cada vez más elaboradas, los que decidieron recurrir a instintos y dejarse montar por unos plátanos. Y los que les dió por coleccionar comida y armas y repartirlos a otros monos necesitados a cambio de deuda pública o privada con plusvalía.

Está claro que aunque el hombre es un organismo independiente, y come, necesita, y muere sólo. Instintivamente no está preparado para vivir sólo o en un simple grupo familiar cosanguíneo, ya que en ello ha radicado su éxito como especie. Este será un problema definitivo, ya que, de morir, siempre preferiremos que muera algún otro, pero de actuar, siempre preferiremos actuar colectivamente. Ya aquí, empieza. Las cosas importantes se hacen por uno mismo; las cosas del día a día, las que hacen el grueso de la vida, se hacen entre colectivos, en sociedad.
No es lo mismo un mérito personal que un mérito colectivo. Lo primero nos llena la mente, pocas veces la boca al no estar bien visto, de un orgullo visceral; mientras que lo segundo nos lleva a remitirnos a un ente colectivo impersonal que no está ahí para disfrutar de sus méritos con una sóla cabeza bien alta.
Es por esto que a veces los logros colectivos se personifican, para poderlos vender, y venderlos caros, a alguien, que, por una vez, quiere constar como que ha hecho algo.

Por último, para acabar de diferenciar individual y colectivo, nos remitiremos al lenguaje. Porque al comunicarnos con otras personas diferentes de uno mismo siempre recurriremos a él, y el lenguaje tiene una propiedad muy curiosa. Transmite ideas, todas las de nuestro cerebro, ya que durante nuestra infancia hemos desarrollado el lenguaje y tenemos la mente adaptada a él, de manera que podemos llegar a mantener un diálogo interior codificado en el lenguaje. Pero no transmite emociones, que siempre trataremos de comunicar explicando y desarrollando para que la otra persona se ponga en nuestro lugar e imagine la sensación, algo que no siempre ocurrirá y será un polo de creación de separaciones entre personas.
Es un lapso que diferencia profundamente la claridad de una idea, opinión o lugar común, respecto a la vaguedad de un sensación común, que a saber que será...


Los manejos de la sociedad.


Todos conocemos más o menos de vista las trampas que se pueden usar para edificarse una posición en el entorno social. Hago notar una vez más que la interacción social es más básica que la moral, la fidelidad a uno mismo, o que la autoestima, y que, por lo tanto, las aparcaremos en detrimento de lo gregario. Al menos en principio.

En redes sociales podemos utilizar una aproximación muy parecida a las redes dispersas con subredes, tipo telaraña, como el tcp/ip que se usa en internet. Todos podemos comprobar que la analogía efectivamente se produce por las redes sociales de las cadenas de contactos de Messenger o el funcionamiento de sistemas como Badoo, Facebook, o similar, aunque a un nivel mucho más chorra, ya que, por supuesto, nosotros hablamos de la vida real y del cara a cara, o a espalda, tal como los mismos griegos plantearon la interacción social.


La canalización de veneno entre pares.


Se produce si conseguimos que A hable mal de B, y, por inducción de la información sobre B, B también hable mal de A. Conseguiremos que esas personas rompan un enlace social al tiempo que nosotros edificamos dos. Por lo tanto conseguiremos ser un eslabón de conexión, que, aunque suelen ser múltiples por diferentes trayectorias, no es demasiado fácil que aparezca como mínimo alguien que sirva de puente entre esas dos personas para que restablezcan la conexión. Todo el mundo tiende a reedificar sus redes sociales por ensayo-error creando tejidos diferentes.



Ser un servidor de contenido social.


Lo eres cuando ofreces contenido a mano abierta. Puedes organizar actos sociales como fiestas o similares o puedes recopilar información acerca de los aspectos sociales de los demás. Esto permite generar numerosas conexiones de tipo pull, es decir, que recurren a ti para obtener un concreto de lo que ofreces. Pero, de acuerdo con la escala de valores social, son conexiones de baja calidad, no como las conexiones de igual a igual (peer to peer), donde todos tienen la misma dignidad. Este mismo problema lo tienen los buscadores de internet como Yahoo o Google, ya que la gente los usa cuando quiere encontrar algo, pero los rechaza cuando lo ofrecen o demandan, es decir, en estrategias push.


Packet sniffing. O husmear lo que hacen los demás para saber claves de como actuar.

Consiste en cotillear lo que hacen los demás en busca de claves para puertas de acceso a la vida social. Puede ser puntos débiles de la personalidad de alguien o como alagarle. Es tan común que una vez entendida la analogía del concepto es fácil de entender. El objetivo puede ser utilizar a una persona en nuestro favor o destruirla, lo que puede ser peligroso. Si las otras personas lo advierten, la autoconservación primará para ellos sobre un aspecto de su sociabilidad. Una estrategia habitual de protección en redes es ignorar las conexiones de personas que se muestran una actividad que va en contra del bien común de la red social.

Multicasting. O dirigir el mismo mensaje a varios destinos.

Canalizas tus interacciones sociales de manera abierta de tal forma que aquellas personas que coincidan o sean compatibles con tu modo de actuar establecerán conexión contigo. Es una estrategia habitual cuando se busca establecerse en un grupo con un interés común. Desgasta bastante y no se obtiene casi nada de vuelta, al ser una conexión con un canal de un sólo sentido, es decir, simplemente ofreciendo tu persona. Sólo se adopta por un tiempo limitado a nivel personal.




Guerra simple.


Se provoca una agitación de la telaraña social señalando un objetivo y unas razones de algún tipo para destruirlo. Se plantea una estrategia y unos puntos de ataque, como distribuir veneno entre pares, para aislar al contrincante y eliminar su red social. Se crea una agitación generalizada en la red que permite que tanto tú, como ganador de la pelea, como los demás, excepto el perdedor, reedifiquen su red social. Lo más normal es que se produzca de una manera más favorable a ti.
Esta estrategia es frecuentemente adoptada por corporaciones e imperios. Se sabe más
importante destruir al enemigo que ser superior a él, ya que de lo contrario él podría integrarse en la red que tu lideras.

Guerra entre bloques


Estableces un grupo común con una subred o grupo de amigos y atacas otra subred con el objetivo de acaparar los enlaces que posee ese grupo de amigos. Se hace notar que si esos dos grupos de amigos son completamente independientes y tienen el mismo nivel de jerarquía en el árbol social no tiene mucho sentido enfrentarse (recordemos que el objetivo es conseguir conectividad social), aunque a veces se produce para depurar conexiones intoxicadas que se producen entre miembros de ambos grupos. Es un fenómeno muy habitual en sociabilidad, la escisión de grupos de amigos en otros de afinidades más concretas. Este sistema de bloques puede servir para, en grupo, subir en la autoridad social, de manera que el grupo sea más privilegiado.



Técnicas políticas.


Se favorecen las conexiones prometiendo estar a favor de la conectividad de todo el mundo para luego utilizarlas con un fin distinto al pactado, como en favor de terceros aún no conectados con los que quieres conectar. Sin olvidar nunca qué el que crea todas las conexiones eres tú. Esto proporciona autoridad y ayuda a conseguir más conexiones todavía. Es el método más clásico para lograr autoridad.

El engaño es totalmente implícito, ya que está demostrado que el bien común, de acuerdo con la solución de Nash de la teoría de juegos, no existe como identidad, sinó que coincide con la mejor opción para los particulares. Por otra parte, sin un agitador o revolvedor, la red se estanca y no evoluciona.

Se tiende a la concentración en un punto, persona, o host. Quien renunciará al poder de crear conexiones por tenerlas limitadas en favor del poder de designar quien crea las conexiones. Se crean líderes carismáticos e incuestionables,o, lo que es lo mismo, déspotas.



Anarquía


Muchas chorradas idealistas, y algunas puede que incluso bastante conspiranoicas y mal intencionadas, se han dicho sobre el anarquismo. Sin embargo, yo, en lugar de hablar sobre esta idea que ha cambiado con frecuencia y en muchas ocasiones el mundo, si bien no sea por haberse aplicado, os planteo un juego de leyes sencillas, inventado y publicado por John Conway y publicado en 1970, antes de que existieran ordenadores personales para que cualquiera pudiera aplicarlo.

Es claramente anárquico, ya que la vida se rige por ella misma dadas unas condiciones iniciales, si bien tiene sus propias leyes lógicas. Se desarrolla en un plano de dos dimensiones y con espacios discretos, que pueden estar vivos o muertos, formando una tabla (array) de unos y ceros.


Una celda viva sobrevive si:

- Tiene algún vecino, máximo tres


Una celda muere si:

-No tiene ningún vecino vivo.
-Tiene 4 vecinos vivos, por sobrepoblación.

Una celda muerta nace si:

-Tiene 3 vecinos vivos.

Esto se produce en intervalos de tiempo discreto, y se aplica la regla a todas las casillas en el intervalo de tiempo discreto siguiendo un orden determinado, normalmente como el barrido de imagen en televisión, de arriba abajo y de izquierda a derecha.


Podeis jugarlo aquí: http://www.bitstorm.org/gameoflife/

Es una clara muestra de como los resultados son complejos en un entorno de reglas claras y sencillas.

Naturalmente que nosotros no somos casillas discretas, pero tal vez si seamos casillas de punto flotante de 128 bits con brazos, piernas, ambiciones y miedos, deseos y traumas. Y, de hecho, antes y después de estar nosotros en la casilla, sea discreta o no, el valor siempre es el mismo:

Cero