viernes, 27 de febrero de 2009

Nacionalismos: Venta de patrias para las masas racistas



Es innegable que hay un racista dentro de todos nosotros. Y el tontolaba cínico que lo niegue que piense dos veces en que tal le sienta la costumbre de las mujeres locales de acostarse con hombres extranjeros a cambio de cds piratas (que le compra ella). El puto factor de variedad genética. Y es que cuando hay que conseguir una hipoteca para poder ligar dan ganas de disfrazarse de rey mago en Navidades y regalar cds piratas a las mujeres del mundo que se han portado mal.

Esta claro que apelar a esto en política, con mucha y muy disimulada política de terciopelo y lija, es un recurso bomba para ponérsela dura a las masas.
Hay nacionalismos de todos los tamaños, formas, y grosores. De los pancarteros grosos a los sutiles y estirados que llegan al fondo del cervix económico, lo que es, por otra parte, más útil para llegar a fecundar la voluntad colectiva.
Tan buen recurso es, que incluso PiKEA lo ha llegado a usar en márketing apelando a lo sagrado: "Bienvenido a la república independiente de tu retrete" es un lema cercano que apela a convocar elecciones libres y democráticas para obtener la profunda satisfacción del placer de cagar y ver con satisfacción nuestro enorme y sólido voto en el fondo del retrete.

Esta claro que ganar elecciones es algo que se intenta hacer porque es rentable. Por eso está claro que los votos existen, no se manipulan y la gente los cede gratuitamente a sus ideales.
Ideales a los que primero se apela en la campaña y luego se fuman lentamente y con parsimonía en abundante humo dulce de tabaco de "liar".

Una vez que vemos que el nacionalismo lo tenemos todos, lo más importante es establecer el tamaño del mismo, ya que si es demasiado pequeño resulta ridículo y risible por quien se vaya a relacionar con nosotros, y si es demasiado grande asusta y acojona por el temor al ensanchamiento de la cuestión imperial. Claro, lo más práctico es tenerlo de un tamaño intermedio, lo que hará que las mujeres y homos nacionalistas se fijen en otros atributos nuestros, cosa que en ocasiones puede ir bien cuando vamos holgados de recursos, pero que centra la atención sobre temas chungos nuestros que ocasionalmente preferimos ocultar; a diferencia de lo que ocurre en política, que sorprende por su transparencia y donde todo corrupto es, por definición, dado caza con la ayuda desinteresada de los medios de comunicación, que necesitan cosas de las que hablar que no sean factoides*.

* Un factoide es el típico tema estúpido de noticias que no son noticias de la tele. Que si los adolescentes promiscuos consumen alcohol, que si corrupción, que si se arma una guerra por dinero lejos de aquí que nosotros nunca aprobariamos ya que no nos han pagado para ello. Que si una señora tiene un perro que habla y dice "mamá" y también canta. Que si han sacado unas pastillas o jeringuillas que provocan un orgasmo instantáneo.



Como la ignorancia es la felicidad, y la consciencia es una pesada carga, como un profundo y prolongado estreñimiento, hecho que afirmo con total y pura sinceridad (el de que la consciencia es una carga pesada, no el de que esté estreñido), deberíamos aceptar con gratitud y honestidad que los políticos nos traten como ignorantes. Y tener esa mágica actidud navideña del niño de 8 años que no cree en los reyes magos ni de coña pero calla porque sabe que va a tener regalos.

Pero no olvides que entre nacionalismos y no nacionalismos, como entre Coco-Colo y Pespy: lo uno para los cubatas, y lo otro, hace mejor calimocho. Por lo tanto hay que tener las dos cosas a mano y ser un poco chaquetero dependiendo como vaya el presupuesto de la noche esta legislatura.

Eso si, puedes estar seguro de que acabarás la noche vomitando. Aunque para eso podrías optar por la tercera vía: Ulifress cola, Latin cola, Coprobo cola, Metadona cola, Happy cola y otras con las que nos hemos topado en nuestra adolescencia, hay tantas que no repetirás dos veces, y no te acordarás ni del nombre de la marca, eso si, a menos que en cierta ciudad solo vendan Ulifress cola y tengas que usarla por cojones para tu botella de wisky Juan Daniel's del bueno que te ha costado un hígado.

Así que el día de las elecciones bota, bota y bota, gane quien gane. Y deberías alegrarte, porque todos tenemos un ano y sabes que vas a tener sexo.

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