viernes, 1 de enero de 2010

El blog abandonado


Hace varios meses que tengo este blog muy abandonado. Podría poner muchas excusas, pero lo que hay es únicamente desidia, respecto a lo que digo, mi alma, y mi cuerpo.
La sensación de hablar al vacío y la chaladura de oir el eco viniendo de ese mismo vacío tampoco anima mucho.

Querer retomar este churro como propósito de año nuevo no sólo es ingenuo, es una verdadera chorrada, pero con todas las que digo o hago supongo que no se notará mucho.
De hecho, el atrancamiento definivo se ha producido con la serie "Ganando pasta". La tenía pensado usar para soltar el rollo en 2009 y, de ella escasamente he rellenado la mitad de entradas.

Cuando me puse a hablar del sistema fiduciario tenía en la cabeza la idea de que el valor de las monedas no esta respaldado por nada excepto por la gente; y que, aún más, la propia posesión del dinero está sometida al impuesto más implacable, la inflación, y todo ese temor que se impone sobre la la posibilidad de que haya deflación...
En fin, todos esos mitos que colocan al dinero como el centro del mundo.

Ver como los negocios cascan y a la gente quedándose en paro, aceptando curros de mierda de esos que alguien tiene que hacerlos hasta que inventen la puta máquina no solamente ha restado la mayor parte del escepticismo que tenia sobre el sistema monetario, sinó que además lo he llegado a ver natural por lo cabrón que es.
Esto es una consecuencia de mi educación absurda sadomaso en la que siempre me ha parecido que más que aprender cosas se trataba educar a todo el mundo respecto a verme a mí. Una perspectiva tan burra y parcial desde luego no es muy normal, ni sana.
Si criar cuervos parece de locos imagínate ser uno, aunque no se sea uno muy ingenuo.

Este estado mental con tanta mala baba y ganas de hacer el mal, a la par que deseo de ganarse el respeto por el miedo, me permite afrontar el hablar sobre el dinero con la perspectiva perfecta. Y es que en 2009 todos se han cabreado mucho y están muy jodidos, y, lo que es más, el dinero está por encima del bien y el mal, y lo estará.

Dicen que que la ignorancia es la felicidad. Así que os deseo un 2010 de ignorancia. Que la tontería llene vuestros corazones, que seais inocentes. Que disfruteis eróticamente de todo sin necesidad de hacer nada útil, que seais muy egoistas pidiendo amor pero que nadie se de cuenta y así os quieran mucho.

Feliz 2010.

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